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Estudio de caso: La diversa sintomatología de MPS y el enfoque multidisciplinario resultan en el diagnóstico temprano de un niño de 3 años con MPS VI1

Edad al diagnóstico: 3 años

Tiempo hasta el diagnóstico: <1 year

Síntoma clave de diagnóstico: Soplo cardíaco

Médico que realizó el diagnóstico: Cardiólogo pediátrico

Paciente con MPS VI, edad 0 a 17

    Descripción1:

  • Paciente de 3 años con baja estatura presenta otitis media recurrente, problemas en las articulaciones, soplo cardíaco; derivación al cardiólogo pediátrico
  • El cardiólogo pediátrico identificó MPS VI y lo derivó a un genetista
  • Fue diagnosticado con MPS VI a los 3 años de edad
La sospecha temprana y el enfoque multidisciplinario pueden permitir un diagnóstico oportuno de MPS y un tratamiento óptimo a largo plazo.2

Resumen

EL diagnóstico temprano de MPS VI permitió la rápida intervención y tratamiento, que están asociados con mejores resultados clínicos.2

  • La sospecha clínica temprana y el enfoque multidisciplinario son fundamentales para el diagnóstico y el tratamiento a largo plazo2
  • En un estudio de Seguimiento de 10 años que incluyó este paciente, los pacientes con MPS VI que recibieron TRE mostraron mayor resistencia y función pulmonar1,3
La identificación antes de tiempo y el rápido comienzo de la TRE, junto con una atención activa, multidisciplinaria pude mejorar los resultados a largo plazo en pacientes con MPS VI de manera significativa.2

Los síntomas clásicos de MPS —baja estatura, otitis media recurrente, manifestaciones esqueléticas y reumatológicas — junto con el compromiso cardíaco, son indicadores de una consulta inmediata al genetista o centro del metabolismo.2

18 meses:
  • Ingresa en un orfanato en Siberia, Rusia
  • Es adoptado a los 3 años y emigran a Estados Unidos
3 años:
  • El pediatra observa baja estatura; el paciente presenta otititis medias recurrentes, debilidad en piernas, y no se puede sentar derecho ni levantar los brazos por encima de la cabeza
  • Consulta al cardiólogo pediátrico quien reconoce MPS VI y lo deriva a un genetista para realizar estudios de diagnóstico y confirmar el diagnóstico
4 años:
  • Múltiples intervenciones quirúrgicas que incluyen colocación de catéter, cirugía reparadora de hernia, tonsilectomía/adenoidectomía
  • Se inicia terapia ocupacional y física
6 años:

Inicio de terapia de reemplazo enzimático (TRE)

16 años:
  • El paciente muestra algunos problemas reumatológicos y puede levantar sus brazos por encima de la cabeza, se sienta con una postura normal
  • Resolución del soplo cardíaco
  • Compromiso poco frecuente del oído, nariz y garganta, sin obstrucción de las vías aéreas ni otitis media
  • No se informa problemas oculares ni auditivos
  • Mejoras significativas de la calidad de vida: el paciente aspira a convertirse en cantante profesional, escalador de montañas, y estudiar medicina.
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aLos resultados entre pacientes que reciben TRE pueden variar.

Estudio de caso: Paraplejía postoperatoria en un paciente con Morquio A con estenosis espinal1

Después de una anestesia epidural sin complicaciones en un paciente con Morquio A y estenosis espinal, hubo una manifestación inmediata de paraplejía en la unidad de cuidados post-anestésicos (PACU)1

    Descripción1:

  • Paciente de 16 años con Morquio A
  • Recibió anestesia general epidural lumbar para osteotomías femorales distales bilaterales
  • Las imágenes preoperatorias mostraron una estenosis espinal moderada con leve compresión de la médula espinal
  • El paciente tuvo un infarto de médual espinal torácico severo
  • La anestesia epidural demoró la identificación de la paraplejía

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Recuperación de inversión T2 sagital /T1 corta ―imagen ponderada de la columna torácica y lumbar obtenida 7 meses antes de la operación.

Reproducida con permiso de Drummond, Can J Anesth, 2015.

Las técnicas de monitoreo inter- y post-operatorias adecuadas deben considerar el riesgo quirúrgico que implica la compresión de la médula espinal y la laxitud de articulación espinal.2

Resumen1

En este caso ilustrativo, la lesión de médula espinal post-operatoria fue desproporcional al grado de estenosis espinal. Este caso es un ejemplo de la exagerada vulnerabilidad de las personas con Morquio A a la compresión y daño de médula espinal.

Anormalidades espinales que afectan a todas las personas con Morquio A.1

Los anestesiólogos deben considerar la estenosis espinal subclínica con laxitud de articulación de la columna, además del riesgo de compresión.2

Historia del caso1

Evaluación preoperatoria:
  • Paciente de 16 años con Morquio sometido a osteotomías femorales capitales distales bilaterales programadas para aliviar deformidades de genu valgo
  • Debido a varios episodios de incontinencia fecal, el paciente fue sometido a un examen neuroquirúrgico que reveló
    • Fuerza y reflejos normales en las extremidades inferiores
    • Marcha lenta, atáxica, consistente con las anormalidades esqueléticas
  • La imagen de resonancia magnética (MRI) mostró
    • Hallazgos cervicales de proceso odontoideo hipoplásico y estenosis leve a moderada a partir de C2-C6 con deformidades del contorno ventral de la médula espinal cervical
    • Hallazgos torácicos (T) de estenosis moderada a partir de T1-2 a T3-4 con cifosis leve en la unión toracolumbar
    • Sin hallazgos lumbares evidentes (L)
    • Fluido cerebroespinal mínimo alrededor de la médula T11-L1
  • Se observó la ausencia de señales medulares que sugieren mielomancia
  • Las radiografías en flexión-extensión no mostraron inestabilidad atlantoaxial
  • El paciente sufrió apnea del sueño moderadamente severa que requirió presión positiva respiratoria constante en su domicilio
  • La intervención neuroquirúrgica no fue considerada necesaria

La imagen ponderada axial T2 al nivel del disco intervertebral T3-4 obtenida 7 meses antes de la operación muestra fluido cerebroespinal (blanco) alrededor de la parte posterior de la médula espinal, no de la anterior. La superficie anterior de la médula tiene una configuración en forma de “carpa” en lugar de una configuración suave convexa, lo que refleja presión ventrolateral bilateral en la superficie anterior de la médula (flecha blanca sólida).

Reproducido con permiso de Drummond, Can J Anesth, 2015.

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Cuidado intraoperatorio1:
  • La presión arterial (BP) fue 110/83 al momento de la admisión
  • El catéter fue insertado sin complicaciones 5 cm dentro del espacio epidural a través del interespacio L2-3 con el paciente en posición sentada
  • El paciente pasó a posición supina
  • Se indujo anestesia general
  • La laringoscopía permitió colocar el tubo endotraqueal sin complicaciones
  • La presión arterial se registró en intervalos de 5 minutos
  • Se controló la hipertensión transitoria pero no se administraron vasopresores
Monitoreo post-anestesia1:
  • En la PACU, 5 horas después de comenzado el cuadro, se registró la ausencia de movilidad de las extremidades inferiores
  • Se interrumpió la infusión epidural 30 minutos después
  • A las 6,5 horas un examen reveló la ausencia de función motora y sensibilidad por debajo de T4
  • Después de 9 horas se removió el catéter
  • A las 13,5 horas los niveles motores y sensoriales se observaron en T5
  • Hubo sospecha de hematoma epidural y se ordenó una MRI
  • Se realizó una MRI 21 horas después del ingreso en PACU
    • La MRI reveló
      • Señal medular de recuperación de inversión T2 anormal/T1 corta desde T1 a T7
      • Difusión restringida del diámetro completo de la médula espinal
  • El paciente quedó parapléjico al nivel de T4

Estudio de caso hipotético: Retraso del desarrollo observado, diagnóstico, y terapia de reemplazo enzimático (TRE) en un paciente con MPS VI1,a

Basado en un estudio proporcionado por el Dr Zakharchuk

La observación de retraso del desarrollo, conmoción, y una disminución en la resistencia y movilidad llevan a un diagnóstico de MPS VI1

    Descripción1:

  • En 2004, los padres hicieron una consulta al genetista local acerca de los retrasos en el desarrollo físico de su hijo y microanomalías de desarrollo.
  • El genetista local realizó un estudio de citogenética, que no mostró ninguna anomalía cromosómica.
  • Siete años después de la manifestación inicial, a partir de una conmoción y debilidad en las extremidades, el paciente fue derivado a un genetista especializado y posteriormente diagnosticado con MPS VI y sometido a una TRE.
  • El primer año en TRE generó mejorías funcionales significativas y una mejor función respiratoria.
Se debe considerar el diagnóstico de MPS en pacientes con anormalidades características; la derivación a un centro genético con experiencia en estudios para MPS puede mejorar el tiempo hasta el diagnóstico y permitir la TRE consiguiente.2
2004:
  • Los padres consultaron al genetista sobre los retrasos del desarrollo.
  • Se realizó un examen citogenético.
    • Resultados: cariotipo 46HH, 9phgh (variante normal, ningún signo de anomalía cromosómica)
2010:
  • El paciente sufrió una lesión cerebral traumática con conmoción
  • Quejas de debilidad en las extremidades izquierdas
2011:
  • Reducción de la resistencia y movilidad, el paciente no se podía mover de manera independiente
  • Se realixó un estudio enzimático y se confirmó el diagnóstico de MPS VI
    • Actividad de α-L-iduronidasa (IDUA) lisosomal en sangre periférica: IDUA – 70/2 nmolmg18h
    • Actividad de arilsulfatasa B (ARSB) lisosomal: ARSB 9.3 nmolmgh
  • Se requirió una cirugía de columna cervical; С1-С2-С3, se utilizó el tipo de construcción Summit Si
2013:
  • El paciente comenzó con TRE, con menores niveles de glicosaminoglicanos (GAG) y mejorías en el desempeño en estudios funcionales y respiratorios.
aLa pérdida auditiva es común y puede llevar a la percepción de que el paciente tiene un retraso del desarrollo.2 bLos resultados individuales en pacientes que reciben TRE pueden variar.

Abreviaturas: 3MSC, escalamiento de 3 minutos; 12MWT, test de caminata de 12 minutos; FEV1, volumen respiratorio forzado en 1 segundo; FVC, capacidad vital forzada; GAG, glicosaminoglicano.

Resumen1

  • La demora en el diagnóstico de MPS lleva a la falta de intervención y de tratamiento específico de la enfermedad, lo que resulta en malos resultados para los pacientes
  • La TRE puede mejorar el compromiso respiratorio y funcional.

El diagnóstico temprano es fundamental para el inicio de la TRE, cuando se encuentre disponible, y brinda la posibilidad de mejorar los resultados de los pacientes.3-6,b Tal como se demuestra en este caso, la TRE tiene el potencial de mejorar los parámetros clínicos claves, tales como mediciones de resistencia y respiratorias, que pueden ser críticas para la calidad de vida del paciente, el mantenimiento de la ambulación y las actividades de la vida cotidiana.7,8

Historia del caso1

Medición clínica
Medición basal
Evaluación TRE después de 1 año
12MWT
150 pasos
670 m
3MSC
5 pasos
80 pasos
uGAG
614 μg/mL
311 μg/mL
FVC
Incapaz de realizarlo14 μg/mL
31%
FEV1
Incapaz de realizarlo
33%

Estudio de Caso: la progresión rápida del retraso de desarrollo, sumado a una sintomatología paralela en una hermana menor, lleva a un diagnóstico doble de MPS IIIA1

Edad al diagnóstico: 12 años

Tiempo hasta el diagnóstico: 11 años

Síntoma de diagnóstico clave: Retraso motor y del habla

Médico que realizó el diagnóstico: Genetista

La aparición de síntomas neurológicos a la edad de 1 año, seguidos de una rápida progresión del retraso de desarrollo, lleva al diagnóstico de MPS IIIA en 2 hermanas1

    Descripción1:

  • Dos hermanas fueron estudiadas clínica y genéticamente por enfermedad neurodegenerativa progresiva, retraso del desarrollo y motor, y anormalidades de comportamiento
  • Desarrollo normal hasta el primer año de vida en la hija mayor; los retrasos progresivos motores y del habla provocaron múltiples visitas a un neurólogo pediátrico
  • Los estudios del metabolismo, incluyendo glicosaminoglicanos (GAGs), el estudio de cariotipo y las MRIs fueron normales
  • La progresión rápida de síntomas similar en las dos hermanas, incluyendo espasticidad severa e incapacidad intelectual con rasgos autistas e incontinencia llevaron a los estudios genéticos y al posterior diagnóstico de MPS IIIA a los 12 y 10 años de edad
Los estudios bioquímicos pueden ser confusos; se recomienda la consulta directa con el genetista y/o centro del metabolismo en caso de manifestación y progresión de los síntomas característicos.1

Resumen1

  • La rápida progresión del retraso del desarrollo, sumado a signos y síntomas similares en la hermana mayor, llevaron a una eventual consulta al genetista
  • Las herramientas de evaluación metabólica tales como uGAGs pueden no ser confiables—en este caso, por ejemplo, la demora en el estudio genético resultó en un tiempo de 11 años hasta el diagnóstico

Como se demuestra en este caso, los signos y síntomas pueden progresar rápidamente, especialmente con deterioro neurológico y empeoramiento del retraso en el desarrollo en pacientes con MPS IIIA. En las familias con varios niños que presentan cualquiera de los rasgos indicadores de MPS, debe existir un índice de sospecha particularmente alto.1

A pesar de que el monitoreo y la evaluación continua son críticos, se recomienda la intervención temprana a través de una consulta al genetista y/o centro del metabolismo, en lugar de una detección metabólica usando uGAGs, para agilizar el diagnóstico.1

Historia del caso1

Al 1er año:
  • Comienzan los signos y síntomas iniciales de retraso motor y del habla
  • Derivación a un neurológo pediátrico a los 18 meses por sospecha de retraso motor. El examen reveló
    • Retraso motor leve pero podía pararse con ayuda y decir unas pocas palabras
    • Hipertonía de las extremidades inferiores y aumento de reflejos de tendón en los miembros superiores e inferiores
    • Ausencia de rasgos dismórficos y agrandamiento visceral; los nervios craneales, la percepción sensorial y la función cerebral también eran normales
  • Derivación para un estudio del metabolismo, incluyendo GAGs en orina (uGAGs), que reveló niveles normales de uGAG
A los 2 años:
  • Se realizaron estudios adicionales, con resultados normales en
    • Estudios de cariotipo e imágenes de resonancia magnética del cerebro (MRI)
    • Examen del fluido cerebroespinal para recuento celular y nivel de proteína, glucosa y lactosa
A los 3 años:
  • Seguimiento del neurológo pediátrico y clínica del desarrollo en la niñez y realización de un segundo análisis uGAG, que arrojó resultados normales
A los 11 años:
  • El paciente comenzó a tener convulsiones recurrentes, eventos paroxismales de hipertonía generalizada y ausencias con pérdida de conocimiento por varios minutos
  • El registro electroencefalográfico fue normal; la paciente fue tratada con valproic y la respuesta fue positiva
A los 12 años:
  • Rápida progresión de los signos neurológicos, incluyendo espasticidad severa, deficiencias en la destreza, y discapacidad intelectual severa con rasgos autistas e incontinencia
  • Signos y síntomas adicionales que incluyen insuficiencia auditiva, contracturas articulares, pes cavus y descoloración de los brazos, manos, piernas y pies
  • Una segunda MRI reveló atrofia parieto-occipital, incluyendo atrofia de corteza, cuerpo calloso delgado, afinamiento de la materia blanca y ventriculomegalia leve
  • La presentación y progresión similar de síntomas en los hermanos derivó en estudios genéticos y en el posterior diagnóstico de MPS IIIA; la detección de uGAG también demostró mayores niveles de uGAGs

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Los exámenes revelaron una descoloración en la piel en pacientes con MPS IIIA.1

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La MRI reveló hipomielinación difusa, afinamiento del cuerpo calloso y atrofia cerebral moderada, síntomas que se desarrollaron con el paso del tiempo.1

Optimize patient outcomes through coordinated management.

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References:  1. Data on file. Biomarin Pharmaceutical.  2. Hendriksz CJ, Berger KI, Giugliani R, et al. International guidelines for the management and treatment of Morquio A syndrome. Am J Med Genet Part A. 2014;9999A:1-15. doi:10.1002/ajmg.a.36833.  3. Giugliani R, Lampe C, Guffon N, et al. Natural history and galsulfase treatment in mucopolysaccharidosis VI (MPS VI, Maroteaux-Lamy syndrome)–10-year follow-up of patients who previously participated in an MPS VI Survey Study. Am J Med Genet A. 2014;164A(8):1953-1964. doi:10.1002/ajmg.a.36584.

References:  1. Drummond JC, Krane EJ, Tomatsu S, Theroux MC, Lee RR. Paraplegia after epidural-general anesthesia in a Morquio patient with moderate thoracic spinal stenosis. Can J Anesth. 2015;62(1):45-49. doi:10.1007/s12630-014-0247-1.  2. Spinello CM, Novello LM, Pitino S, et al. Anesthetic management in mucopolysaccharidoses. ISRN Anesthesiol. 2013;2013:1-10. doi:10.1155/2013/791983.

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